Por Javier Vera
Una de las experiencias más agradables y entretenidas que tuve en Valdivia fue asistir durante un fin de semana entero a la celebración del Asgard Fest, una de las ferias medievales más grandes del sur de Chile que se destaca por ofrecer una gran variedad de actividades -ambientadas en la época medieval y vikinga- aprovechando al máximo el distintivo paisaje forestal de la región.
Ver en Internet los comentarios y fotos publicadas por personas que fueron en Puerto Montt a la edición previa de la fiesta, sirvieron como un primer acercamiento a lo que vería en el Camping La Ruca. Quienes estuvieron en aquella ciudad relataron cómo disfrutaron de la buena comida, música, espacios para practicar combate medieval y arquería, y la alta calidad de las recreaciones históricas de armaduras y escudos.

Habiendo llegado al camping, que se encontraba unos kilómetros antes del pueblo de Antilhue, me encontré cara a cara con un paisaje de abundante naturaleza que se alimentaba de las aguas del río Calle-Calle. En la entrada del lugar, una simpática joven que se introdujo como Mia Ostertag recibía el dinero para las entradas y marcaba los brazos de los asistentes con antiguas runas nórdicas. Si bien mi conocimiento de la simbología nórdica es limitado, tengo entendido que las runas con las que nos grabaron fueron «Odal» (herencia), «Madhr» (hombre) y «Ansuz» (dios) .

Como llegué demasiado temprano a la feria tuve la oportunidad de pasear tranquilamente por el lugar mientras sonaban los instrumentos de quienes ambientaban el camping con su música. Viendo cada tienda me encontré con algunas que había tenido el privilegio de conocer en Santiago, como el Valle de los Brujos (artesanías y decoraciones mágicas), Laberinto Celta (ropa de lana), y Flecha Errante (música y arquería), de la misma manera que también conocí artesanos y artistas que eran inéditos para mí.

Una de estas tiendas fue Kaysa Robertdottir, donde se vendían ornamentos, prendas para vestir, y además se hacían peinados especiales inspirados en la estética de los vikingos, con trenzas, argollas, y otras decoraciones en la cabellera.

Los fanáticos del arco y flecha se encontraron con una agradable sorpresa en esta ocasión, ya que a diferencia de lo que se ha visto en eventos similares, hubo una gran variedad de tiendas dedicadas a la arquería. En efecto, además de contar con los músicos de Flecha Errante, tiendas como Dragon Herrero y Arcos Locksley también ofrecieron espacios para practicar este noble deporte.

Ya que no había almorzado antes de llegar al evento, pude aprovechar al máximo la diversa oferta de comida presente. Pizzas hechas a mano, masivos anticuchos de cerdo, varios animales asados, y una gran variedad de embutidos, fueron algunos de los platos que pude degustar. No está de más mencionar también que hubo una gran variedad de ofertas de refrescos entre las que se destacaron los jugos naturales, cervezas artesanales y la dulce hidromiel.

Normalmente los grupos de recreación histórica y las demostraciones de combate medieval son una de las principales atracciones de este tipo de eventos. En esta ocasión, Kultur, durante horas entretuvo con sus armaduras y armas vikingas con demostraciones de combate medieval, actividades competitivas y pequeñas lecciones de historia marcial.

Uno de los espectáculos que fascinó durante la tarde a niños y adultos fue la danza celta de las Dancing Clovers, colectivo de la V región que -además de mostrar su pasión por la cultura irlandesa- enseñó a las parejas del público a bailar antiguos bailes folklóricos europeos.

Los más pequeños también tuvieron varias actividades para divertirse. Los torneos miniaturas para niños y el juego «del saqueo», patrocinado por Dragones de Alcalá, puso a prueba la capacidad física de los menores de edad que debían saltar, correr y moverse ágilmente para evitar ser golpeados por sacos y espadas de goma. De todas formas, los más grandes no fuimos ignorados y pudimos contar con ediciones para adultos de estos juegos, además de también participar en competencias de arquería y combate cuerpo a cuerpo, lanzamiento de la piedra y otras pruebas de capacidad física.

Sin duda alguna, es inevitable que quienes vayan a Asgard Fest encontrarán algo de lo que podrán disfrutar enormemente. Aquí hay buena comida, artesanías, espectáculos, música, y gente muy interesante que se distingue por su personalidad agradable, excelente disposición, y abundante conocimiento histórico. No es exageración cuando afirmo que Asgard Fest es una de las fiestas medievales más admirables y entretenidas a las que he asistido.


Recomiendo completamente a quienes quieran tener una experiencia similar que aprovechen el último fin de semana de febrero para asistir a la nueva edición de esta fiesta que se realizará en el Parque Chuyaca de la ciudad de Osorno. En esta ocasión la entrada será liberada, pero se solicitará a los asistentes que compren un número de rifa para financiar el reconocimiento del wotanismo en Chile. Al igual que en Valdivia, la fiesta contará con música, danza, recreación histórica, artesanías de alta calidad, comida, varias competencias de fuerza y habilidad, e indudablemente será para muchos una experiencia memorable.
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Estimados los inventamos a seguir el blog. El Tintero Historico, Cultura, lugares y eventos.
Un recorrido narrativo y fotográfico por la historia y lugares cargados de relatos a lo largo del país.
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