Un panorama para toda la familia se celebró en las instalaciones del Estadio Fiscal de la comuna.
Por Javier Vera
No contaban con muchos recursos, pero aún así el Centro Cultural «El Monte con Huesillo» realizó exitosamente la primera feria de historia viva en la comuna de El Monte. Niños y adultos pasaron horas cautivados por la celebración -de carácter gratuito- que contó con la participación de artesanos, cocineros y recreadores históricos.
Entre las actividades más populares del evento se destacó la arquería, gracias a los excelentes instructores del club Dragones de Hastings que enseñaron -sin costo alguno- las reglas básicas del tiro con arco, poniendo a prueba la puntería de hombres y mujeres de todas las edades.

De manera similar, los concursos de lanzamiento de hachas del grupo de artesanos Dragon Herrero fueron un gran foco de atención. La competencia consistió en, por sólo mil pesos, lanzar seis hachas a un tocón, ganando un premio quien lograra clavar al menos tres de estas armas.

La jornada estuvo marcada por las altas temperaturas y la fuerte radiación solar. Afortunadamente, hubo varias alternativas para refrescarse gracias a las cervezas artesanales de Cabala, la hidromiel chilena de Hydra y los jugos naturales de Bicijugos.
Si bien la feria no contó con una gran variedad de ofertas culinarias, los deliciosos emparedados vikingos de Magnus, inspirados en los platos tradicionales históricos de Escandinavia, fueron suficiente para saciar el apetito y ofrecer un sabor único al evento.

La feria contó con una gran variedad de artesanos locales que exhibieron sus increíbles trabajos. Algunas de las creaciones que pudieron verse fueron los utensilios y decoraciones mágicas del Valle de los Brujos, los trabajos con vidrio y cuero de Mercaderes de Arda, las figuras de lana de Taller Amelia, los dibujos de fantasía retratados en fuego de Pirografía Marcos, y los productos de cuero de los hábiles talabarteros de Tiransus, quienes además leían e interpretan las antiguas runas nórdicas.

Una de las tiendas que más llamó mi atención fue Thestral Creaciones, cuyas maravillosas decoraciones inspiradas por la mitología europea evidencian la habilidad de estos artistas. Cada diseño de Thestral es único, afirman orgullosamente los creadores, quienes recalcan que al momento de terminar un trabajo no vuelven a repetir su apariencia en futuras iteraciones, transformando cada obra que venden en una pieza sin imitación.

La participación de grupos de recreación histórica agregó una sensación de autenticidad a la feria. Los miembros de estas organizaciones fascinaron al público con sus armas y armaduras hechas a la medida, e hicieron más entretenida la tarde con sus demostraciones de combate individual y grupal.

Durante la jornada el grupo Varmesjord invitó a empuñar las armas y probarse las armaduras a todas las persona que se acercaran con curiosidad. Los muchachos de este colectivo suelen entrenar los fines de semana en el parque Inés de Suárez entre las 13:00 y 15:00 horas y conversan eufóricamente con cualquier persona que muestre interés en la historia escandinava y la esgrima medieval.

A pesar de contar con una buena selección de invitados, la feria no tuvo la convocatoria esperada. Probablemente las altas temperaturas y la falta de espacios con sombra fue uno de los factores que más influyó en la asistencia. Otra razones por las que quizás no llegó tanta gente al Estadio Fiscal pueden estar relacionadas a una campaña de difusión publicitaria limitada y la ausencia de señales en espacios visibles que indicaran a los vecinos de El Monte que se estaba realizando un evento gratuito cerca de sus hogares.
Los artesanos y miembros de grupos de recreación histórica con los que hablamos lamentaron la temprana hora de cierre, ya que indicaron es durante la tarde cuando comienza a llegar más gente. De todas formas, enfatizaron estar contentos con la atención y el buen trato recibido por parte de los organizadores de El Monte con Huesillo.
Debe destacarse que esta es la primera vez que se organiza un evento de este tipo en El Monte y que si se toman en consideración las experiencias de esta primera instancia, las futuras iteraciones sólo podrán mejorar. Esperamos que en el futuro -con un poco de suerte- la municipalidad invierta más recursos en este tipo de celebraciones que tanto ayudan a incentivar el turismo en la provincia, ayudar a fomentar la cultura y generar mayor conciencia de nuestra historia común.