Los vecinos del barrio San Eugenio revivieron la antigua tradición europea para celebrar en familia la cuarta edición de la Fiesta de la Primavera en dónde se disfrutó de música, danza, juegos, recreación histórica y artesanía.
Por Javier Vera
En el pasado los pueblos celtas de Gran Bretaña encendían grandes hogueras para celebrar la fiesta de Beltane, una antigua tradición que anunciaba la llegada del verano y la fertilidad de la tierra primaveral. En este contexto se inspiraron los vecinos del Barrio San Eugenio para realizar la más reciente edición de la Fiesta de la Primavera.
La actividad gratuita se realizó al aire libre en los alrededores del anfiteatro del Parque Centenario bajo la presencia de un sol hostil que, a pesar de todo, no afectó la excelente disposición, cercanía y amabilidad con la cual músicos, bailarinas, recreadores y artesanos mostraron sus talentos al público.

De hecho, fue llamativo como el grupo de recreación histórica Centro Cruzado de Chile aprovechó las altas temperaturas y la falta de árboles para crear una arena de combate en la que lucieron sus detalladas armas y armaduras inspiradas en las órdenes medievales de los caballeros templarios, hospitalarios y teutónicos.

Ordo Simargl también tuvo una fuerte presencia en el evento, enseñando las reglas del combate medieval a los valientes que se atreviesen a ser golpeados con espadas de práctica . Este grupo de recreación histórica es relativamente nuevo y está conformado por jóvenes simpáticos que practican HMB, conocido en español como batallas históricas medievales, y entrenan en el Parque O’higgins todos los domingos con los brazos abiertos para recibir a posibles nuevos reclutas.

Como en otros encuentros similares, los conjuntos de danza – entre los que se destacan Tribu Bastet y La Clandestina– cautivaron la atención de muchos con sus coloridos trajes y complejas técnicas de baile. Naturalmente, dónde hay baile también hay música, que en esta ocasión fue interpretada por una amplia gama de conjuntos musicales, con grupos de inspiración céltica como Mambo Celta y Galia Música Celta que se presentaron en el anfiteatro del lugar y ambientaron la celebración en el contexto de la tradición pagana.
La presencia de los talentosos artesanos que exhibieron sus trabajos en esta ocasión fue, como siempre, algo digno de admiración. Artistas como Fernando Tamayo -heraldista experto en los escudos de armas de los apellidos más conocidos de Chile- y Alan Pacheco -creador de la tienda Artesanus, con sus detalladas creaciones inspiradas en figuras de fantasía- captaron la atención de muchos por su conocimiento histórico y la creatividad de sus productos.

Lamentablemente, la asistencia al evento fue considerablemente menor a la de panoramas similares celebrados en el centro de Santiago. Un factor que quizás incidió en esto, más allá de la intensidad del sol, fue que -a pesar de la inauguración de la nueva línea 6 del metro- el barrio San Eugenio aún está alejado de las zonas de alto tránsito urbano.
Pero por lo mismo, se debe reconocer el mérito de los organizadores que lograron hacer una buena difusión comunicacional del evento y concretaron un espectáculo cultural de alto calibre. Si continúan mejorando sobre lo que ya han logrado, seguramente las futuras ediciones de la Fiesta de la Primavera contarán con nueva vida y mucha más actividad.